Acabamos de enviar los paneles para el concurso de Chicago ONE PRIZE, en la edición del 2012 BLIGHT TO MIGHT.
Estamos muy contentos de haber sacado adelante un concurso de ideas con tantos pensadores generosos.
Como no podemos hablaros del concurso, no vaya a ser que nos descalifiquen 😉 vamos a contaros que no es la primera vez que contamos arquitectura con otros códigos… y que esto nos gusta. Nos gusta contar la arquitectura de otra manera porque se entiende diferente y, sin querer, los proyectos se contaminan positivamente de ello.
Este proyecto es un pabellón itinerante construido con andamiaje de soporte de fachadas que fue diseñado para el centenario del semanario gallego A NOSA TERRA, cuando además salían como diario digital.
La respuesta a la pregunta qué hacemos en el centenario y la salida digital fue el pabellón: construyamos un pabellón itinerante grande (10 m de altura) y abstracto con el que se pueda jugar de muchas maneras.
Es una caja de andamios RMD pintados de blanco con dos pisos de solado de TRAMEX y escalera de tramex también. No tiene cubierta y las fachadas son una lona microperforada por dentro para retroproyectar todo, y una malla por fuera para hacer volumen.
ES UNA CAJA DE LUZ.
Al aparato se sube por una rampa, y al otro lado hay unas gradas. Eran de fibra de vidrio y metacrilato. Tenían luz dentro.
El pabellón te eleva de la calle a través de una rampa, atraviesas una malla y una lona y llegas a un suelo desmaterializado (tramex) sobre el que se vierte una escalera de vértigo. Tiene dos pisos. Luego puedes bajar por la grada, sobre la que se sientan los niños a ver el teatro.
El espacio interior sin tapar acogería la edición digital en streaming de todo aquello interesante que se estuviese produciendo en el mundo: un concierto, una charla, etc.
TODO SE RETROPROYECTABA A LAS LONAS DE LA CAJA DE LUZ.
El piso de abajo era biblioteca de día y teatro para niños. Las charlas serían acogidas por el primer piso y cuando la luz del día cayese… se encendía el mundo en streaming.
[este proyecto se casi-ejecutó… pero no, no fue adelante por falta de fondos de último momento]
Agradecemos a los amigos que se atrevieron a pedírnoslo y a confiar en nosotros. Gracias, Angel Escariz.
Ah. La increíble maqueta es de Soledad Raña, de Taller de Maquetas, en A Coruña.
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